Como ya os contamos en el anterior artículo, desde TRIPLE tenemos la intención de dar visibilidad y reconocimiento a los proyectos de impacto positivo que se presentaron a los Premios REGEN en anteriores ediciones. Proyectos que regeneran, iniciativas cuyo objetivo es desarrollar actividades humanas en armonía con el medio ambiente y la sociedad.

Carmen Parte nos cuenta que la idea del proyecto es reactivar la economía local de la zona devastada, y regenerar el bosque en ecosistemas más maduros. La fundadora, destaca, además, el impacto positivo que “Entre setas” tiene en el paisajismo desde la regeneración del bosque quemado y cómo “con poco podemos incentivar un crecimiento de ecosistemas autóctonos, más resistentes al cambio climático”. 

“Es una arquitectura que respeta el entorno, y regenera el ecosistema inmediato, sensible a cambios con el uso de biomateriales obtenidos directamente del bosque y con espacios no solo para humanos sino para otras especies que habitaban en el bosque y tienen que huir tras los incendios”, afirma la arquitecta.

Por otra parte, el proyecto “tiene en cuenta las necesidades de los pueblos de alrededor» ya que, habiendo sido quemado el bosque, «sus ingresos disminuyen tanto de actividades del sector primario como del terciario relacionadas con él”. 

Es interesante observar que “se fomenta una labor social de comunidad entre todos ellos para regenerar el bosque y también participar en las actividades propuestas por el centro micológico. Además, se diseña una plaza y espacios de talleres para poner en común el conocimiento local y poner en marcha actividades como mercados, actuaciones o merenderos.”

La arquitecta nos cuenta que “aspectos como el éxodo rural, la reactivación del comercio en la España vaciada, la gestión medioambiental de nuestros bosques, la correcta gestión del agua como bien escaso, la gestión de residuos, el ciclo de vida de los materiales y su carácter biodegradable, la coexistencia de otras especies en nuestras edificaciones y diseñar para darles un espacio (como nidos de aves etc.) son algunos de los desafíos a los que España se enfrenta en los próximos años”. 

En el proyecto “Entre Setas” se proponen algunas soluciones a estos desafíos, siempre aplicadas a La Sierra de la Culebra, pero que podrían adaptarse en otras zonas rurales de España. “Para ello, el centro de interpretación del micelio se diseña desde una visión y gestión sostenible, siendo así el futuro de la construcción en nuestro país.”

Como afirma Carmen, “el proyecto trata de resumir todos estos aspectos fundamentales tanto en estrategias a nivel territorial-paisajístico, como en mejoras económico-sociales más teóricas, beneficios para la regeneración medioambiental y mejora de la salud tanto humana como de especies afectadas por los incendios forestales. Todo esto sumado a las estrategias pasivas y la reducción del consumo de energía, fomentando fuentes de energía neutra y generación eléctrica renovable, diferenciando circuitos de agua para los diferentes tipos de consumo y la utilización de materiales reciclados o biodegradables teniendo en cuenta el ciclo de vida del proyecto y el valor del suelo existente.”

Al resumir los aspectos fundamentales y las estrategias a nivel territorial y paisajístico, el proyecto pone de manifiesto “las líneas de investigación de materiales biodegradables de construcción, en este caso el micelio, proveniente de las setas que crecen en estos bosques. El resto de materiales serán obtenidos de una red local de distribución, mejorando la economía del pueblo en el que se sitúa el centro, Villardeciervos, y de todos los pueblos afectados por el incendio”.

La propuesta de Carmen nace de su proyecto fin de carrera/máster y le gustaría que se tuviera en cuenta que, aunque no está en medios de desarrollo, “hay muchos factores clave que se deben tener en cuenta a la hora de desarrollar arquitecturas en el medio rural”. 

“Entre Setas” es, como afirma ella, “un proyecto muy sensible con las casuísticas de la España actual”. Respecto al futuro, asegura que “nos enfrentamos a un desafío en el campo de la arquitectura, y es importante, en este u otros medios, realizar una arquitectura sensible al cambio y aportar algo más que espacios interiores agradables al humano porque la crisis energética es solo la punta del iceberg de los problemas que vienen. Así, el proyecto trata esto como otras posibles crisis, la del agua o calidad del aire o recursos de materiales, haciendo todo un sistema de redes locales y autoproducción de la mayoría de las necesidades.”

Esta historia es parte de la nueva sección que abrimos en el blog de TRIPLE para dar visibilidad y reconocimiento a proyectos que regeneran. Si quieres conocer la primera historia que compartimos este año, puedes hacer clic aquí.

Pronto estaremos de vuelta, con emocionantes relatos de ideas y emprendimientos alineados con nuestros valores. ¡Mantente en conexión con la comunidad de TRIPLE para conocer nuestras próximas historias!